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Un estudio llevado a cabo por autores adscritos a centros de investigación españoles hace un repaso por la literatura científica acerca de los efectos en la salud de las personas que pueden causar los disruptores endocrinos presentes en los alimentos.
La investigación muestra uno de los muchos motivos por los que la alimentación ecológica puede contribuir a mejorar la salud de las personas, ya que reduce la exposición a esta serie de sustancias contaminantes que pueden alterar la microbiota intestinal.
Este estudio se centra en analizar la exposición alimentaria a sustancias disruptoras endocrinas. Después de examinar decenas de trabajos previos, los autores reafirman que estas sustancias pueden originar una disbiosis microbiana, es decir, una alteración del equilibrio de la comunidad bacteriana del intestino, así como de importantes funciones que esta desempeña en el organismo. En este sentido, los autores han asociado este tipo de alteraciones al incremento del riesgo de padecer trastornos del metabolismo, como la obesidad o la diabetis.
Asimismo, también se ha estudiado que los disruptores endocrinos son sustancias que pueden causar alteraciones en el equilibrio hormonal del organismo, de forma que pueden llegar a afectar el sistema endocrino y causar trastornos reproductivos, además de alteraciones inmunológicas, como alergias o enfermedades autoinmunes, o, incluso, enfermedades neurodegenerativas y neuropsiquiátricas.
Los científicos explican que la dieta es una de las principales vías por la que estas sustancias tóxicas llegan a nuestro organismo. Un ejemplo que exponen es el de los pesticidas de síntesis química, que llegan a nuestro cuerpo a través de los restos que encontramos en los alimentos producidos en la agricultura no ecológica.
Además de estas sustancias, los investigadores también citan otros elementos presentes en materiales que pueden estar en contacto con los alimentos, como por ejemplo los ftalatos, presentes en plásticos y otros materiales que se emplean en los envases, o los bisfenoles, que pueden estar en el recubrimiento interior de muchas latas de comida, entre otros.
Finalmente, los científicos concluyeron que después de estos estudios deberíamos hacer un esfuerzo para reducir la exposición a los disruptores endocrinos para poder prevenir posibles daños en la salud y que la alimentación ecológica podría contribuir a este hecho.
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