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El huevo es uno de los ingredientes más usados en el mundo entero. Por eso, necesita poca presentación, ya que todo el mundo lo conoce, pero ¿sabes cómo sacarle el máximo partido? En este artículo te enseñamos la técnica del huevo poché.
Este alimento es un básico muy apreciado por sus características nutricionales, ya que contiene proteínas de alto valor biológico y un elevado contenido de vitaminas, como por ejemplo la B12, y minerales como el hierro, el fósforo, el calcio, el selenio y el zinc. Su gran aporte nutricional hace que el huevo sea un alimento muy rico para añadir a nuestras dietas, y no solo por su sabor.
Para aprovechar todos los nutrientes del huevo, es mejor cocinarlo a baja temperatura, de modo que la yema quede un poco cruda, pero a veces es complicado, sobre todo si no tienes los utensilios necesarios para hacer esta técnica. Por este motivo, en casa puedes preparar un huevo escalfado o poché, ya que el resultado es muy parecido. Solo necesitas agua, un poco de sal, vinagre, una olla, unas varillas para remover el agua y una cuchara para sacar el huevo. La sal y el vinagre en agua hirviendo ayudan a crear una película alrededor del huevo y consiguen que no se disperse y se cueza de una forma más uniforme.
Con solo estos ingredientes y estos simples utensilios de cocina podrás hacer un huevo poché de diez.
Otra manera muy común de cocinar un huevo es hervirlo hasta que quede duro. El tiempo de cocción ideal para este caso son 8 minutos. Como la yema tiene más densidad que la clara, normalmente queda a un lado. Para que quede en el centro, dale unas vueltas al huevo durante los dos primeros minutos de cocción.
Para pelarlo fácilmente, pon un poco de sal y un chorrito de vinagre al agua de cocción y, una vez transcurridos los 8 minutos, pon los huevos directamente con agua fría o, si puedes, con hielo. El cambio de temperatura hará que el huevo se contraiga y se pele con mucha facilidad.
Saber de dónde vienen los huevos y cómo se han criado las gallinas que los ponen es un punto importante cuando vamos a comprar. Los huevos que se comercializan deben llevar por normativa un código que indica el origen del producto.
A partir de ahora, ya no volverás a ver estos números de la misma forma, ya que ya sabes cómo descifrar la información sobre de la calidad y el origen del huevo que quieres consumir.
Los huevos, por su estructura y cubierta, son uno de los alimentos más seguros, ya que desde el exterior al interior hay una serie de barreras que los protegen de la contaminación externa. Por eso, cuando el huevo está fresco e intacto, no presenta contaminación en su interior. Aun así, si lo manipulas incorrectamente, puede haber una transmisión de bacterias (por ejemplo, por salmonela), que pueden estar presentes en el exterior de la cáscara. Para tomar precauciones, recuerda que la cáscara exterior, sobre todo si está muy sucia, no debe tocar el interior del huevo para evitar una posible contaminación.
Por otro lado, es muy importante no limpiar los huevos crudos con agua, ya que la cáscara es porosa y las bacterias o los restos de excrementos pueden llegar a contaminar el interior del huevo.
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