El chocolate es el principal derivado del cacao y contiene, según los expertos en nutrición,
compuestos que tienen propiedades antioxidantes beneficiosas, especialmente interesantes para la salud cardiovascular.

Hace más de dos mil años, los mayas fueron los primeros en cultivar el cacao y en conferirle un gran valor como alimento. Hoy en día es uno de los productos más deseados por todos, y gusta especialmente a los niños.
El chocolate negro es el que contiene menos grasa y azúcar. De hecho, tiene más propiedades beneficiosas cuanto más alto es el índice de cacao. De esta manera,
un chocolate con una proporción de pasta de cacao cercana o superior al 70% aporta una gran cantidad de antioxidantes, magnesio y fósforo.
Entre las propiedades nutricionales del chocolate ecológico destacan el contenido en ácidos grasos esenciales y la riqueza en minerales, fibra y bioflavonoides. También tiene teobromina, una sustancia que estimula el sistema nervioso central, y otras sustancias fitoquímicas que tienen una actividad reguladora del estado anímico. Pero, la diferencia con el chocolate convencional no radica solamente en sus propiedades, sino también en el impacto social y ambiental.
Los pequeños productores que apuestan por el cacao de alta calidad cuidan al máximo su entorno y buscan ecosistemas agrarios que integren la flora y la fauna del lugar. Es lo que denominan
respeto y cuidado de la biodiversidad en las zonas. El resultado de este tipo de producción es un cacao ecológico,
libre de pesticidas y de alta calidad que se convierte en objeto de deseo por parte de los grandes maestros chocolateros. Existen marcas de chocolate de larga tradición y renombre que apuestan por el cacao ecológico a la hora de elaborar sus magníficas tabletas.