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Se acaban las fiestas, vuelve la rutina y, por descontado, llegan los clásicos propósitos de año nuevo… Aprovecha para abandonar las malas costumbres a la hora de comer y organiza tu dieta sobre la base de una pequeña, aunque muy efectiva, lista de hábitos saludables.
Cada vez somos más conscientes de la importancia de cuidarnos y estos pequeños gestos que forman parte de nuestro día a día son los que hacen posible que podamos mantener en el tiempo los propósitos de año nuevo.
Los hábitos saludables que queremos fomentar, y mantener, tienen como principal objetivo que la alimentación sea sana, equilibrada y sostenible. Sin duda, será positivo para nuestra salud, pero también para el planeta.
Llena la despensa con cereales integrales en grano -como el trigo sarraceno, el mijo y los arroces- y ten siempre un sitio para guardar semillas variadas, frutos secos y copos de avena.
Tanto para aliñar como para condimentar escoge siempre aceite de oliva virgen extra, aunque también puedes aliñar las ensaladas o verduras al vapor con grasas muy saludables para el organismo; por ejemplo, aceite de semillas de girasol o de calabaza. Y para freír prueba el aceite de coco.
Las especias no sólo mejoran el sabor de los platos, sino que la mayoría tienen un potencial terapéutico interesantísimo: cúrcuma, azafrán, laurel, pimienta, jengibre, canela…
Igualmente, los alimentos fermentados (chucrut, miso, yogur) mejoran las digestiones, al mismo tiempo que enriquecen tus recetas.
En una nevera sana y equilibrada no pueden faltar las verduras y hortalizas de colores variados: zanahoria, puerro, chirivía, calabaza, coliflor, brócoli y diferentes hojas verdes. En cuanto a la fruta, procura que sea siempre de temporada y de proximidad.
Las bebidas son parte importante de la alimentación y pueden ser muy saludables si se escogen con consciencia. Si te apetece una bebida refrescante y con burbujas, procura no escoger bebidas carbonatadas y azucaradas y opta por bebidas sanas y fermentadas como el kombutza.
Y si quieres algo caliente, nada mejor que un té verde, un rooibos, un cacao con kuzu o una infusión de tu planta preferida.