Los ácidos grasos omega-3 son un tipo de grasa necesaria para el buen funcionamiento del organismo, y recientes estudios la han considerado fundamental en la dieta de los deportistas para mejorar la resistencia, reducir el daño muscular y los procesos inflamatorios.
Omega-3, fundamental para deportistas
Su consumo se ha relacionado con la prevención de accidentes cardiovasculares, patologías neurológicas y alteraciones visuales, entre otros efectos. Parece que, en los deportistas, el consumo de omega-3
se asocia con la reducción del desgaste de glicógeno (reservas de glucosa) y una mejora de la resistencia, como también con una reducción del daño muscular y los procesos inflamatorios.
Otro punto interesante lo encontramos en una revisión de estudios reciente donde se expone que la grasa dietética puede modular los niveles de testosterona (hormona esteroide que favorece el desarrollo de la musculatura). Parece que la ingesta de aceite de pescado (rico en omega-3) eleva los niveles de testosterona. A diferencia de otras maneras de ayudar a incrementar los niveles de esta hormona, el omega-3 disminuye el riesgo cardiovascular.
Para beneficiarse de sus efectos, puede consumirse pescado azul de manera habitual. Hay que escoger los de medida pequeña, como
sardinas o
boquerones, debido a que están mucho menos contaminados por mercurio que los peces grandes. También se pueden tomar suplementos de omega-3, (con consulta previa a un experto), siempre que sean de buena calidad.
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