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El trigo sarraceno es un pseudocereal que no contiene gluten, siendo una opción excelente para personas con celiaquía o sensibilidad al gluten. Incluso su consumo se asocia con beneficios para la salud como la reducción del riesgo de diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares.
El trigo sarraceno no tiene nada que ver con el trigo que conocemos, sino que es un pseudocereal de alta calidad nutricional, rico en proteínas y con un perfil de aminoácidos más equilibrado que el de los cereales. Su alto contenido en fibra favorece el buen funcionamiento del tránsito intestinal. También proporciona vitaminas y minerales, como manganeso, cobre, magnesio y fósforo, además de compuestos bioactivos como los flavonoides.
Si quieres que el cereal se active, lo puedes dejar en remojo durante unas 12-24 horas. Los granos activados son más fáciles de digerir y más nutritivos que las harinas, al conservarse todas las partes del cereal y sus nutrientes. De esta forma, podrás hacer varios platos, como por ejemplo unos creps de trigo sarraceno.
Más allá de incorporar el trigo sarraceno en pasteles o panes, hay muchas maneras de sumarlo a tu dieta. Utilizando el grano entero, la harina o los copos, puedes hacer risottos, gachas, hamburguesas, tortitas y crepes o añadirlo a ensaladas, yogures o batidos. Sal de tu rutina y descubre la diversidad de platos que puedes hacer con este pseudocereal.
Texto: Anna Torelló, dietista-nutricionista / @thehappyavocadooo
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