Miquel Pros es un referente de la meditina natural en nuestro país gracias a sus 40 años de profesión y sus balnearios respiratorios, por los que han pasado miles de personas para tratarse sus problemas respiratorios. También es autor del clásico «Cómo cura la avena» (RBA).
Miquel Pros
¿Cómo te interesaste por la medicina natural?
Yo estudiaba química, pero mi padre, a los 50 años, se puso muy enfermo: los médicos le dieron pocos meses de vida. Tenía arterioesclerosis, había sufrido un infarto, tenía problemas vasculares en la retina… Estaba tumbado en la cama y no se podía incorporar porque tenía las carótidas totalmente taponadas.
De niño se puso enfermo y su abuela le sobrealimentó con un exceso de proteína animal.
¿Y qué paso?
Mi padre cambió radicalmente su alimentación siguiendo los consejos de un amigo de la familia interesado en la medicina natural, recuperó la salud ¡y vivió hasta pasados los 90!
Dejé la carrera de química y estudié medicina en el Clínico con la intención de profundizar en la medicina natural. Cada verano me iba a Alemania a conocer los tratamientos que los médicos naturistas hacían en los balnearios terapéuticos.
Después de 40 años de profesión: ¿cómo han cambiado las necesidades de los pacientes?
Ahora hay mucho interés por el vegetarianismo y el veganismo, creo que es porque
la gente empieza a darse cuenta de que se come un exceso de proteína animal y que este exceso nos enferma.
Y entonces, ¿qué recomiendas?
Es importantísimo
incrementar la cantidad de alimento vegetal en nuestra dieta, y también aconsejo eliminar la proteína por la noche y comerla a la hora de comer. Y para desayunar: cereales integrales.
Así, ¿mejor cenar poco?
Sí, una crema o un caldo por ejemplo. Hoy en día hay mucho insomnio, es la enfermedad del siglo.
Si cenas menos y más temprano, desaparecen muchos insomnios. Por la noche, el sistema circulatorio debe ocuparse de otras cosas, no puede estar haciendo la digestión.
«Comemos un exceso de proteína animal y este exceso nos enferma».
¿Qué problemas de salud pasan más a menudo por la consulta?
El que más me preocupa es el estrés y sus consecuencias: insomnio, tensión arterial alta, dolores de espalda o de cervicales… Y también hay mucha patología respiratoria y muchos problemas derivados de la congestión nasal.
En la consulta lo resolvemos enseñando higiene nasal y corrigiendo hábitos alimentarios: menos lactosa y menos gluten de alimentos de mala calidad y una dieta mejor.
¿Y la avena? ¿Es realmente tan buena?
Es un alimento altamente tolerable, un gran diurético, fácil de digerir, es como un precursor del sueño… Comiendo más avena la gente adelgaza, duerme mejor, a los hombres les baja la tensión arterial… Para mí,
más que un alimento es un medicamento y a veces pienso que se debería vender en las farmacias.
«El ayuno es un elemento de altísimo valor terapéutico, pero no es para todo el mundo».
El ayuno se ha puesto de moda, sobre todo el ayuno intermitente.
El ayuno es un elemento de altísimo valor terapéutico, pero no es para todos y hay que valorar las circunstancias de cada uno.
La alternativa de los ayunos intermitentes me parece muy interesante; muchas personas, de manera intuitiva, ya lo practican: cenan poco o no cenan, y duermen mejor, y al día siguiente no desayunan y se encuentran muy bien.
En general, desde el punto de vista preventivo, invitaría a todo el mundo a probar el ayuno intermitente.
¿Es importante que la alimentación sea ecológica?
Es una garantía de comer salud. La cantidad de químicos que rociamos en los campos, la contaminación freática, con niveles de nitratos en cantidades que duplican el máximo permitido… Todo esto tenemos que evitarlo tanto como podamos y tenemos que exigir que todo lo que comamos tenga las máximas garantías posibles y el sabor que le corresponde.
Lo mejor es comer alimentos ecológicos, de proximidad y de temporada. Este es el futuro y no podemos perder el tiempo.
Adam Martín.
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