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Científicos de varios centros de investigación estadounidenses evalúan hasta qué punto seguir una dieta ecológica puede servir para evitar la exposición de glifosato en mujeres embarazadas que viven en el campo. Este herbicida es uno de los más empleados a escala mundial y ha sido asociado a múltiples posibles efectos negativos en la salud.
El estudio se realizó a un total de 39 mujeres embarazadas del estado de Idaho, ubicado al noroeste de Estados Unidos. Se procedió para que la mitad de ellas vivieran junto a campos agrícolas, a menos de 500 metros, y la otra mitad más lejos de esta distancia. De esta forma, se evaluó no solo la exposición de glifosato a través de la dieta, sino también a través de la contaminación ambiental, por ejemplo, mediante el agua del grifo, la deriva aérea de las fumigaciones o del polvo contaminado hacia las viviendas.
La investigación se centró en este perfil de población porque el embarazo es un período de riesgo para la exposición a este tipo de tóxicos. Aunque no se ha estudiado debidamente el efecto del glifosato en humanos, el grupo de científicos eludía la creciente evidencia de que la exposición prenatal al glifosato puede estar asociada con resultados adversos en el parto como, por ejemplo, una edad gestacional más corta. Asimismo, destacaban que los estudios de laboratorio con animales muestran que la exposición prenatal al glifosato está asociada a efectos como una importante disbiosis del microbioma intestinal en las crías o a efectos teratogénicos y cancerígenos.
Durante el estudio, todas las mujeres se alimentaron durante una semana con productos no ecológicos y otra con productos ecológicos y se les hizo un análisis de orina diario para medir sus niveles de glifosato. Después del período de investigación, se constató que las concentraciones de este herbicida eran más bajas que en un inicio en las mujeres que habían seguido una dieta ecológica y que vivían a más de 500 metros del campo. No obstante, en aquellas mujeres que vivían junto a un campo de cultivo no se apreciaba tal reducción. Los científicos apuntaban que el fuerte uso del glifosato en los cultivos de Estados Unidos produce mucha contaminación ambiental y que este hecho podría haber atenuado los resultados en la reducción de la exposición derivada de una dieta ecológica en las áreas más agrícolas. De todos modos, después de citar varios estudios de la población en general*, también remarcaron que “una dieta ecológica es eficaz para reducir la exposición a pesticidas para la mayoría de la población estadounidense”.
Finalmente, un dato importante que los científicos exponían es que muchas de las mujeres que participaron en el estudio no habían seguido una dieta completamente ecológica y que, pese a ello, se apreciaba una reducción de la exposición. Aun así, apuntaban que la reducción habría sido mayor de haber impuesto una alimentación más plenamente ecológica. De esta forma, remarcaban que en las personas que vivían más lejos de los campos se apreciaban reducciones mayores si los datos se ceñían solo a las mujeres que habían seguido más fielmente la dieta ecológica.
Esta investigación realza la importancia de dejar atrás métodos de cultivo con pesticidas de síntesis química, como el glifosato, perjudiciales para la salud de las personas, sobre todo para aquella población con más riesgo a los tóxicos, como las mujeres embarazadas, y la necesidad de empezar a impulsar prácticas que promuevan la agricultura ecológica.
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