La alimentación es un factor clave para que tus hijos puedan mantener su sistema inmunológico fuerte. Cuidar las comidas y los hábitos alimentarios es una estrategia esencial para que puedan disfrutar del otoño de una forma plena y saludable.
Con la llegada del otoño, los días se acortan, las temperaturas descienden y los cambios de tiempo se hacen sentir. Estos factores, junto con la vuelta al cole y el incremento de la actividad en espacios cerrados, pueden hacer que los niños sean más susceptibles a resfriados y gripes. Para mantener sus defensas fuertes, una alimentación adecuada, con productos ecológicos y de temporada, es fundamental.
¿Cómo influye la alimentación en el sistema inmunológico?
El sistema inmunológico protege al cuerpo contra virus y bacterias. Para funcionar correctamente, necesita nutrientes clave que podemos encontrar en los alimentos de temporada en otoño.
Nutrientes clave para fortalecer las defensas
- Vitamina C: conocida por potenciar el sistema inmunológico, ayuda a que las células inmunitarias funcionen adecuadamente. En otoño, las frutas de temporada como mandarinas, naranjas y kiwis son excelentes fuentes. También se encuentra en verduras como el brócoli y los pimientos.
- Vitamina D: es crucial para la respuesta inmune. Con menos exposición al sol en otoño, es vital que los niños consuman alimentos ricos en vitamina D, como pescados grasos (salmón, sardinas) y huevos.
- Zinc: mineral esencial para la función inmunológica, favorece la producción de células que combaten infecciones. Les puedes ofrecer legumbres (lentejas, garbanzos), frutos secos como nueces y carnes como pollo y pavo.
- Antioxidantes: protegen las células del daño por radicales libres, que aumentan con la exposición a virus. Las frutas y verduras coloridas, como zanahorias, calabazas y espinacas, son buenas fuentes de antioxidantes, especialmente betacarotenos, que se convierten en vitamina A en el cuerpo.
- Prebióticos y probióticos: la salud intestinal es clave para un sistema inmunológico fuerte. Los probióticos presentes en alimentos fermentados, como yogures y kéfir, ayudan a mantener el equilibrio bacteriano. Los prebióticos, que alimentan a estas bacterias beneficiosas, se encuentran en alimentos ricos en fibra, como alcachofas, ajo, cebolla y plátanos.
Para incluir estos nutrientes, aquí tienes algunas ideas de comidas fáciles y saludables:
- Desayuno: yogur natural con kiwi y un puñado de nueces.
- Comida: sopa de calabaza y pollo a la plancha con arroz integral.
- Merienda: mandarinas y tostada de pan integral con aguacate.
- Cena: pescado al horno con espinacas y patatas asadas.
Hidratación y hábitos saludables
Además de la alimentación, mantener a los niños bien hidratados es clave. Aunque no haga calor, es importante ofrecerles agua con frecuencia. Las infusiones suaves, como manzanilla, también son una opción reconfortante.
La mejor defensa empieza en el plato
Cuidar la alimentación de tus hijos es esencial para mantener su sistema inmunológico fuerte y reducir el riesgo de enfermedades, permitiendo que disfruten de un otoño saludable y vital.
Texto: Júlia Farré
Receta destacada: Crema de calabaza y zanahoria
