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Lo que comemos influye en nuestra salud, energía, estado de ánimo e incluso en la apariencia de nuestra piel, cabello y uñas. Un rostro luminoso, hidratado y saludable no es solo cuestión de genética o cosmética, sino de una nutrición equilibrada y rica en los nutrientes adecuados y de una buena hidratación.

Cuando nuestra alimentación es deficiente en vitaminas, minerales, antioxidantes, ácidos grasos esenciales… los efectos se reflejan de inmediato:

• La piel luce apagada y seca, con signos de envejecimiento prematuro o imperfecciones.
• Las uñas se debilitan y se rompen.
• El cabello pierde brillo y se vuelve frágil y quebradizo en lugar de fuerte, sedoso y resistente.

En cambio, una alimentación rica en frutas, verduras, grasas saludables (pescado azul, aguacate, aceite de oliva y frutos secos) y proteínas de calidad favorece una piel firme, elástica y llena de vitalidad y un cabello fuerte y resistente.

Claves para tener un cabello sano

La clave para un cabello sano y radiante no solo está en los tratamientos externos, sino en la nutrición desde el interior. Para fortalecerlo y aportarle vitalidad, es fundamental incluir en nuestra dieta nutrientes esenciales como:

• Proteínas y aminoácidos esenciales: son fundamentales para la estructura capilar.
• Grasas saludables (omega-3, 6 y 9): aportan hidratación y elasticidad.
• Hierro: favorece la oxigenación del cuero cabelludo.
• Cobre: ayuda a la pigmentación normal del cabello y la piel.
• Vitaminas A, E y C: son esenciales para el crecimiento y protección del cabello. También aportan protección a las células frente a la oxidación.
• Vitaminas del grupo B (especialmente vitamina B3, B5 y biotina): promueven el fortalecimiento y regeneración capilar.

Las vitaminas B: tus aliadas para una salud y belleza integrales

Una alimentación variada y equilibrada nos aporta todas las vitaminas del grupo B. Pero la exclusión de los cereales integrales (consumo de cereales refinados), poco consumo de legumbres, frutas y vegetales… o incluso los métodos de cocción pueden hacer que se produzcan insuficiencias de alguna de ellas. Además, las personas veganas, al evitar el consumo de alimentos de origen animal, son susceptibles de tener deficiencias de las vitaminas B2 y B12. Por ello, en estos casos siempre es adecuado consultar con un dietista-nutricionista o profesional de la salud que pueda orientarnos en la suplementación.

Así que, si quieres un cabello fuerte y lleno de vida, unas uñas fuertes y resistentes y una piel luminosa y radiante, empieza por cuidar tu alimentación. La belleza empieza desde el interior.

Texto: Solaray

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