El huerto de Carme está ubicado en Camarles, Tarragona; y allí es donde se cultivan la gran cantidad de frutas y verduras ecológicas que encontrarás en nuestras tiendas. Sin pasar por cámaras frigoríficas, van directamente del campo a la tienda, por eso mantienen su frescura característica, el sabor y la textura originales, además de todos los nutrientes intactos, ya que no ha tenido tiempo de oxidarse.
La responsable de la finca, Carme Martí, nos explica cómo hace años, junto a su familia, decidieron empezar a cultivar el huerto ecológico para consumo propio, pero muy pronto brotó en ellos la inquietud de compartir aquellas verduras deliciosas. «Como nos preocupaban los insecticidas que se utilizan en el cultivo no ecológico, decidimos hacer un huerto como el de nuestros padres, sin añadir ningún químico». Además, añade que «el motivo principal del ecológico es conservar la naturaleza, cuidar la tierra, que la que nos tiene que dar la vida, y cuidarte el cuerpo. Eres lo que comes y hay que comer sano».
En este proceso, «fue clave el contacto con Veritas porque nos dio el soporte de saber que nuestro cultivo tendría salida. Nuestros productos encajaban perfectamente en sus objetivos: son ecológicos y de proximidad, hechos que garantizan calidad, frescura y un mínimo impacto de huella de carbono», comenta Carme. Ya hace 6 años que trabajamos juntos y Carme define la relación «como si tuviese una familia en Barcelona». «Además, gracias al soporte de Veritas, los campesinos podemos continuar haciendo eso que nos gusta y transmitir a nuestros hijos la tradición que hemos heredado de nuestros antepasados».
Otro de los objetivos de Veritas es la recuperación de variedades antiguas que contribuyen a aumentar la biodiversidad de nuestra tierra. Para conseguirlo colaboramos estrechamente con Carme, quien nos explica que «detrás de cada variedad antigua hoy recuperada hay toda una búsqueda que no siempre es fácil de hacer. A veces recurrimos a los bancos de semillas, pero esta vía no siempre funciona. Es el caso de los tomates cuarentena, una variedad que recuperamos hacer un par de años gracias a una ONG de Valencia que nos cedió las semillas». Todas las variedades se adaptan perfectamente a la tierra y su cultivo es cien por cien natural, más lento y sin ningún tipo de sustancia química, respetando su crecimiento natural y conservando el medio ambiente. «Esto hace que el producto final tenga más sabor y más calidad», sentencia Carme Martí.
Variedades de El huerto de Carme
«Para poder ofrecer todo un abanico de verduras, hortalizas y frutas, este año hemos cultivado un montón de especias y variedades» El resultado es una cesta más colorida que nunca, donde tomates, pimientos, calabacines, berenjenas, melones, sandías, etc. conviven en armonía con el objetivo de enriquecer la dieta y aportar al organismo la cantidad necesaria de nutrientes. No obstante, su producto estrella son los tomates: «hacemos muchas variedades de tomates, siempre buscando el sabor óptimo. El rey, para nosotros, es el berner rose».
Melón: fruta refrescante y aromática que destaca por su contenido en agua.
Melón piel de sapo: la piel es de color oscuro y la carne es dulce, crujiente y consistente.
Melón galia: muy aromático, tiene una pulpa blanca verdosa y blanda.
Melón cantalupo: es de pulpa dulce y de color naranja.
Sandía: un fruto jugoso de bajo contenido calórico que tiene propiedades depuradoras, refrescantes y diuréticas. Su color rojo proviene del licopeno, un antioxidante asociado a la salud cardiovascular.
Sandía negra: redonda, con la corteza de color verde intenso y la pulpa muy dulce.
Sandía verde sin semillas: se caracteriza por su textura crujiente y la ausencia de semillas.
Pimiento: un alimento muy rico en vitamina C y que aporta una gran cantidad de nutrientes con efecto antioxidante.
Pimiento California: de carne dulce y gruesa, es ideal para dar color a la ensalada.
Pimiento italiano: verde, alargado y de sabor dulce, es especial para freír.
Calabacín: no tiene ningún contenido calórico y contiene una gran cantidad de minerales. Para poder obtener todos los beneficios, el calabacín se tiene que cocer al vapor y comer siempre con piel.
Calabacín blanco: de sabor muy fino, es de color verde calor, prácticamente blanco.
Calabacín verde: su pulpa blanca es sabrosa y delicada, con un ligero toque dulce.
Calabaza: contiene un 92% de agua y destaca por sus propiedades antioxidantes, ya que es rica en betacarotenos.
Calabaza violín: de textura fina y suave, su pulpa es de color naranja intenso.
Calanaza potimarrón: tiene una pulpa muy consistente y sabrosa.
Calabaza Provenza: muy gruesa, es habitual que la encuentres en corte. Su carne es de color salmón.
Berenjena: tiene un sabor suave con un ligero toque amargo. Contiene vitaminas, proteínas y minerales.
Berenjena norimma: de color morado y con un collarcito blanco, es ideal para freír porque no absorbe el aceite.
Berenjena blanca: una variedad muy apreciada en la cocina, ya que tiene un sabor más suave que la negra. Es perfecta para asar al horno.
Berenjena negra: muy sabrosa y con pocas semillas.
Lechuga: ingrediente clásico de cualquier ensalada, es rica en vitaminas, fibra y minerales.
Lechuga maravilla: las hojas son de color verde oscuro y es una variedad muy apreciada por su sabor dulce y textura jugosa.
Lechuga hoja de roble: tiene una textura suave y un sabor semi dulce. Combina bien mezclada con otras variedades de lechuga.
Pepino: un alimento conocido por su poder refrescante que lo convierte en habitual durante los meses de verano, ya que nos ayuda a mantener hidratado el organismo.o
Remolacha: es una hortaliza muy energética y aconsejada en casos de anemia, enfermedades de la sangre y convalecencias, gracias a su elevado contenido en hierro.
Cebolla: además de aportar fibra y vitaminas, la cebolla es una gran fuente de potasio. Tiene un sabor ligeramente picante y agradable. Las tiernas se recogen antes, y las secas se conservan durante más tiempo.
Col: tienen un sabor fuerte y un olor potente. Muy rico en minerales y vitaminas, es un alimento mineralizante, tonificante y energético.
Coliflor: está considerada una buena fuente de fibra, así como vitaminas y minerales.
Espinacas: compuestas principalmente por agua, la cantidad de grasas e hidratos de carbono que contienen es muy baja, pero son de los vegetales que más proteínas aportan.
Tomate: la tomatera es un referente en la mayor parte de los huertos y existe una enorme diveridad.
Tomate Montserrat: perfecto para rellenar, tiene una piel muy consistente y una pulpa dulce y refrescante.
Tomate corazón de buey: carnoso, con pocas semillas y resulta ideal para cocinar, porque tiene un sabor suave.
Tomate de colgar: especial para untar pan, no necesita conservarse en la nevera.
Tomate berner rose: carnoso y de color rosa claro, tiene un sabor excelente.
Tomate rosa: de aspecto redondo y aplastado, es gran, tiene una pulpa bastante carnosa y un sabor extraordinario.
Tomate cherry: resulta ideal para comer en fresco, en ensaladas y guarniciones. Tenemos tres variedades; negro, amarillo y rojo.
Tomate pera: de piel fina y delicada, sabor suave y textura jugosa. Es perfecto para triturar en gazpachos y para untar pan.
Tomate morat prinz: tiene forma aplanada y es de color rojo oscuro.
Tomate kumato: es de color verde oscuro casi negro, de textura crujiente, sabor dulce e intenso. Es idóneo para para cortar en láminas y comer aliñado con aceite y sal.
Tomate son gil: de colgar originario de Mallorca. Redondo, carnoso y muy sabroso.
Tomate raf: muy carnoso, se puede consumir en fresco.
Tomate elvirado: variedad de sabor tradicional que está especialmente indicada para ensaladas.
Tomate cuarentena: una variedad recuperada de color rojo intenso y sabor suave. Su interior es consistente y carnoso.
«Una de las características diferenciales de El huerto de Carme es que parte del cultivo del tomate lo hacemos en invernadero, un método que aprovecha todos los factores que influyen en el cultivo para conseguir alargar las cosechas de gran calidad. El resultado es una variedad de productos muchos mas sabrosos y nutritivos que los no ecológicos». El invernadero es capaz de proporcionar las condiciones ambientales más idóneas y evita la aparición de plagas y enfermedades. Para conseguirlo, se realiza la polinización con abejorros, se utilizan insectos depredadores para controlar las plagas de manera natural y sólo se utiliza abono ecológico. Baltasar Martí explica que «esto es una agricultura totalmente diferente. No hay pesticidas, las plantas están más verdes, más bonitas. El sabor es diferente. ¡Es un gozo preparar la tierra en agricultura ecológica!».