Disfruta de una infinidad de propuestas 100% vegetales: desde quesos y yogures hasta helados y sorbetes. Están deliciosos, son muy sanos y extraordinariamente nutritivos.
Cada vez son más las personas que siguen dietas veganas, vegetarianas y flexitarianas y paralelamente aumenta la oferta de productos que se adaptan a sus necesidades. Descubre una gran variedad de delicias veganas para disfrutar en tu dieta.
Delicias veganas que enriquecen tu dieta
Quesos exquisitos
Los quesos veganos se elaboran con diferentes materias primas (como aceite de coco o frutos secos) mezcladas con especias y fermentos lácticos, que son los responsables de su fermentación.
Con aceite de coco: se hacen a base de grasa de coco y tienen la textura aceitosa típica de los quesos tradicionales.
Porción de gruyére: destaca por su paladar cremoso y es perfecto para quiches y panecillos.
Bola de mozzarella fresca: de sabor muy suave, es ideal para completar ensaladas o tostas.
Porción de cheddar: se puede tomar solo, añadir a platos de pasta o utilizar para gratinar al horno.
En lonchas: el mejor para preparar un sandwich frío o caliente.
Porción de mozzarella: se funde perfectamente y su elasticidad va genial con una pizza o masas saladas tipo quiches.
Rallado: se funde fácilmente sobre pastas, lasañas, sopas, etc.
A base de frutos secos: son nutritivos, fuente de proteínas (entre 10 y 15%), ricos en grasas poliinsaturadas y, como están fermentados, sus nutrientes se absorben mucho mejor.
De anacardos: ya sea en versión natural o con pimienta, es muy adecuado para tomar en tostadas y sandwiches, añadir a risottos y como ingrediente principal de una salsa para pasta.
De almendras: muy saciante y nutritivo, se puede tomar con crackers para disfrutar al máximo de su sabor.
Las alternativas más saludables para desayunar, merendar o tras las comidas. Estos postres son auténticas delicias veganas, ideales para tomar al natural o con cereales, frutos secos y semillas.
Gelatinas de coco y frutas del bosque: se elaboran únicamente con zumo de frutas del bosque o bebida de coco, sirope de agave y agar-agar.
Cremoso de avena: una manera sencilla de introducir la avena en la dieta y disfrutar de sus propiedades digestivas. Se presenta en tres versiones: con cacao, con arándanos y con plátano.
Postres fermentados: conocidos popularmente como yogures, no se comercializan con este nombre porque sólo se pueden llamar así los productos de leche fermentada con Lactobacillus bulgaricus y Streptococus thermophilus. Aun así, igual que las versiones de origen animal, ayudan a regular la salud intestinal. Pueden ser de:
Soja: los primeros fueron los básicos de bebida de soja fermentada y hoy ya los tenemos con una textura cremosa, similar a la del yogur griego, y en diferentes variedades: con mango y melocotón, con albaricoque, con fresa, con frutas del bosque, con arándanos, con vainilla y con plátano.
Coco: los encontrarás de coco natural, con chocolate, con mango, con frambuesas. También hay opciones sin endulzar y de tipo griego, más densas y cremosas.
Almendras y avellanas: podrás encontrar postres de estos frutos secos tipo yogur y tipo kéfir, ideal para ayudar a recuperar o mantener en buen estado la microbiota intestinal.
Cáñamo: las semillas de cáñamo son ricas en proteínas y aminoácidos esenciales, y se han convertido en uno de los grandes soportes proteico de las dietas a base de vegetales.
Kefir: el secreto de esta bebida tradicional del Cáucaso son los gránulos, una asociación simbiótica única de microorganismos, concretamente bacterias y levaduras que fermentan tanto en leche de vaca o cabra como en bebidas vegetales. Pueden ser de:
Almendras: aporta principalmente grasas saludables naturalmente presentes y proteínas. Además, es un fruto seco muy digestivo.
Soja: su aportación de grasas y proteínas es similar a la de las versiones animales y es bien tolerado a nivel digestivo.
Coco: ligero, cremoso, exótico y con un sabor exquisito.
Aprovechan las grasas saludables del aceite de coco, la bebida de coco y los aceites de frutos secos para conseguir la textura cremosa deseada. No contienen lactosa y también hay sin gluten.
De coco: los helados a base de coco han triunfado combinados con sabores clásicos y sugerentes como chocolate, vainilla, fresa y caramelo.
Con chocolate: es el ingrediente que combina mejor con los helados y sorbetes de bebida de arroz, de almendra o de soja.
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