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Una de las preguntas que se hacen muchas madres y muchos padres es cómo conseguir que los niños y niñas coman fruta. A los pequeños les encanta lo colorido y lo divertido; ¿por qué no aprovecharlo para que disfruten de las frutas? La clave es ofrecérselas de forma atractiva, hacerlas accesibles e invitarles a participar en su elección y preparación.

¿Cómo puedes conseguir que los niños coman fruta?

Ofrecer fruta a los niños es esencial para una alimentación saludable y equilibrada, ya que les brinda una amplia gama de beneficios. Al introducir varias frutas en la dieta desde temprana edad, a partir de los 6 meses, no solo le estás asegurando una gran diversidad de nutrientes, también ayudas a tu hijo a familiarizarse con diferentes sabores y texturas, lo que le permitirá descubrir sus preferencias y desarrollar hábitos alimentarios saludables.

Asimismo, si los niños ven a los adultos consumir fruta regularmente, es más probable que ellos también lo hagan. Y no olvides ser paciente, porque es habitual que muestren resistencia a probar alimentos nuevos y es importante que continúes ofreciéndoles fruta de forma regular, sin presionarlos, permitir que se tomen su tiempo para explorar; acostumbrarse a ella facilitará su aceptación y disfrute.

¡Hora de divertirse!

Hacer que la experiencia de comer frutas sea entretenida es clave para despertar su interés; por ejemplo, puedes cortarlas en formas divertidas o crear una ensalada con distintos colores vibrantes. Además, es importante mantener las frutas a la vista y a mano, de modo que puedan cogerlas fácilmente; acostúmbrate a llevar un poco en una bolsa cuando salgáis de casa. Otra forma de atraer al pequeño es involucrarle en el proceso: pregúntale qué frutas le gustaría probar y si desea ayudar a lavarlas o cortarlas, siempre con un utensilio especialmente diseñado para que los niños puedan cortar alimentos por sí mismos sin riesgo de hacerse daño.

5 propuestas deliciosas

Toma nota de estas sugerencias para ofrecer fruta a tu hijo de manera atractiva y divertida.

1. Batidos. Utiliza diferentes combinaciones de frutas frescas y congeladas, incorporando un toque de leche o yogur para añadir cremosidad; así les podrás introducir aquellas que se resisten a probar de manera individual.
2. Brochetas. Corta las piezas en cubos o trozos y ensártalos en palillos de brocheta combinando colores y sabores.
3. Ensaladas. Selecciona una variedad de frutas, trocéalas en dados pequeños y mezcla en un bol grande. Puedes agregar un poco de jugo de limón o de naranja para darle sabor y mantener la frescura.
4. Tortitas. Sorprende a los pequeños en el desayuno o la merienda con deliciosas tortitas que contengan trozos de frutas en su interior: desde manzanas y plátanos hasta arándanos o fresas. Puedes decorarlas con frutas en la parte superior para un acabado visualmente atractivo.
5. Helados. Atrévete a preparar un helado casero y saludable combinando frutas frescas congeladas (fresas, mango, piña…), yogur natural y un toque de miel para endulzar.

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