A partir del 1 de julio de 2010 comenzó una nueva forma de identificación de los alimentos ecológicos en la Unión Europea, y en todo el espacio comunitario se pasó a tener un sello único y obligatorio llamado Eurohoja. El citado sello garantiza que los alimentos han sido producidos o elaborados según la normativa de producción ecológica, y que han sido controlados en todo su proceso de producción, transformación, transporte y almacenamiento. En este tiempo, el logotipo se ha adaptado a la evolución del sector con el objetivo de permitir una mejor identificación por parte de las personas consumidoras. Además de tener el sello, la etiqueta de los productos ecológicos debe especificar si los ingredientes provienen de la UE o no, el número de código del organismo de control y el lugar de producción o envasado.
La producción ecológica posee múltiples ventajas para nuestra salud y la del planeta. Por ello, una de las metas generales de la Unión Europea es impulsar la producción y el consumo de productos ecológicos. En este sentido, ha fijado como objetivo para 2030 que el 25% de los cultivos europeos sean ecológicos. Esta cifra se considerada importante para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible y así poder ofrecer un futuro mejor y más sostenible para todos.
Imagen con la colaboración de Ecovalia. Haz clic en la imagen para verla más grande.
