El amaranto, un cereal con un alto porcentaje en proteína. Además, es rico en minerales y favorece el desarrollo de la memoria. La chef Mireia Anglada te explica cómo utilizarlo en la cocina.
Este cereal, muy poco utilizado en la cocina, tiene una propiedad muy importante para la salud. Cuando lo vamos a cocinar suelta una densidad dentro del agua; una fibra que se llama mucílago. Esta fibra es imprescindible para nuestra microbiota intestinal. También activa la producción de anticuerpos, favorece el desarrollo y la concentración mental, estimula la liberación de la hormona del crecimiento, aporta más calcio que la leche y está libre de gluten y colesterol.
Amaranto – Técnicas de cocina
Tiene un sabor muy agradable y puedes utilizarlo para preparar croquetas, bases de canapés, cremas, sopas, etc. en función de la cantidad de agua que añadas.
Compacto para croquetas
Utiliza el mismo volumen de amaranto y de agua.
Coloca los ingredientes dentro del cazo, con un poco de sal.
Cuando empiece a hervir, tapa y baja el fuego.
Cocina durante 35 – 40 minutos.
Dale forma a la masa compacta. Mójate las manos, añade las verduras que prefieras y manipula el amaranto.
Diluido para cremas
Aumenta la cantidad de líquido. En este caso, 1 medida de cereal por 2 de agua. Si quieres una textura más gelatinosa, aumenta el volumen de líquido.
Coloca los ingredientes dentro del cazo, con un poco de sal.
Cuando empiece a hervir, tapa y baja el fuego.
Cocina durante 35 – 40 minutos.
Utilízalo como base de una sopa. Si prefieres evitar la textura gelatinosa, tritura el amaranto hasta obtener una crema.