La hierba de trigo son brotes tiernos de la semilla de trigo que han germinado entre 12 y 15 días, cuando sus niveles nutritivos y minerales están más elevados.
Se puede tomar en zumo o batido, añadir a ensaladas y cremas e incluso mezclar con yogur.
Debe su intenso color verde a un elevadísimo contenido en clorofila, concretamente un 70% que tiene unos beneficios innumerables:
Ten en cuenta que no se puede calentar, ya que a partir de los 37ºC se empieza a coagular y pierde parte de sus propiedades.
Tiene un ligero sabor amargo y, para atenuarlo, es aconsejable combinarla con grasa (crema vegetal, leche de coco, vinagretas) e incluso añadirle una pizca de sal.
El zumo se obtiene de la extracción por presión de los brotes verdes o disolviendo el polvo deshidratado en agua o zumo.
Existen aparatos especiales (como las exprimidoras de presión) para extraer el líquido de la hierba sin que sus componentes se vean afectados, ya que las licuadoras eléctricas oxidan la clorofila. El zumo se tiene que beber acabado de exprimir o añadirse a un batido vegetal.
Si la compras en polvo te resultará más fácil de incluir en tu dieta. Por ejemplo, añade una pequeña cantidad a un yogur y mézclalo con frutos secos y semillas para equilibrar los gustos. Igualmente puedes incorporarla a:
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