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Las patatas son ricas en potasio, calcio, hierro y fósforo, y siempre que se cocinen adecuadamente no engordan.
Te explicamos las formas más saludables de prepararlas para que las disfrutes aprovechando todos sus nutrientes y sin remordimientos.
Es muy importante elegir patatas ecológicas, ya que es uno de los productos en los que la agricultura no ecológica utiliza más plaguicidas y herbicidas, que se acumulan en la piel y pueden penetrar en su interior.
Para poder asimilar sus azúcares lentamente y que su almidón sea más resistente a los procesos digestivos -convirtiéndose así en un excelente prebiótico, que regula la glucosa y mantiene la microbiota intestinal sana- deber cocerlas con piel, dejarlas enfriar y guardar en la nevera un mínimo de seis horas.
Después, ya las puedes volver a calendar de muchísimas maneras, siempre a una temperatura no superior a 130ºC.
Córtalas a cuartos, úntalas con aceite de oliva y hornéalas durante unos diez minutos, hasta que estén doradas. Antes de hervir, condiméntalas con flor de sal, sal negra, sal rosa o sales con hierbas.
Fríelas en una mezcla de aceite de oliva y de coco apenas unos minutos, de manera que queden crujientes, y disfruta de unas deliciosas patatas bravas con una veganesa con kimchi.
Con cuidado de no romper la piel, vacíalas con una cuchara y mezcla la pulpa con judías azukis salteadas con cebolla, jengibre, especias al gusto y unas gotas de tamari. Rellena las patatas y decora con semillas y germinados frescos.
Pela las patatas previamente cocidas y refrigeradas y córtalas en láminas. En una bandeja de horno intercala capas de patatas con bacalao o tempeh salteado con puerro, ajo y perejil fresco picado.
Vierte por encima una mezcla de nata vegetal de almendras con un poco de mostaza, espolvorea con parmesano o levadura nutricional, gratina y sirve con ensalada verde y chucrut.
Un puré de patatas y boniato o calabaza es el acompañamiento perfecto de platos de carne o pescado. Igualmente, las patatas chafadas son ideales para hacer bolitas y rellenarlas con un sofrito de tofu ahumado, verduras, cúrcuma y pimienta.
Atrévete a utilizarlas como ingrediente de masas de galletas o brownies, a mezclarlas con almendras para elaborar mazapanes o incluso a preparar unos deliciosos buñuelos de patata con canela y azúcar de coco.
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