El tofu es una proteína vegetal muy versátil en la cocina. Se trata de un alimento oriental elaborado a partir de semillas de soja, agua y coagulante, con un sabor suave y delicado. De hecho, lo interesante de esta legumbre es que absorbe cualquier sabor que se le añade. De esta forma, si se mezcla con especias picantes, adopta un sabor picante, mientras que, si se combina con alimentos dulces, puede formar parte de los postres más deliciosos.
La chef Mireia Anglada te enseña cómo utilizarlo en la cocina para que mantenga intactas sus propiedades nutricionales.
Tofu – Técnicas de cocina
Todas las proteínas tienen aminoácidos, que son componentes imprescindibles para la alimentación y para la salud. En el caso de la proteína animal, contiene todos los aminoácidos esenciales. Sin embargo, el tofu sólo tiene alguna de ellas. Para conseguir que la proteína sea completa, hay que combinarlo con otros alimentos, como la salsa de soja o las semillas.
Cocción en caliente:
Hervido
Cuando lo compramos está crudo, por eso hay que cocerlo durante al menos 15 minutos para poder ser absorbido. Este paso previo lo tendremos que realizar cuando vayamos a utilizarlo para cocciones en plancha, por ejemplo, que forma parte de un proceso muy corto de calor. Sin embargo, si vamos a disfrutar del tofu en un estofado no será necesario porque el tiempo de cocción es más largo.
Parte el tofu en dos o tres trozos en introdúcelo en el agua para hervirlo.
Añade alga kombu o wakame para acelerar la cocción de la legumbre.
Pasados 15 minutos ya puedes retirarlo de la cocción.
Este tofu podrás utilizarlo para cocinarlo a la plancha, para ensaladas, para preparar un paté. Y, si te sobra, consérvalo con el líquido de la cocción y el alga en la nevera.
Cocción en frío:
Utilizaremos salsa de soja o miso sin pasteurizar para que las bacterias vivas que contienen nos ayuden a cocinarlo en frío, a la vez que alcalinizan el alimento.
Corta el tofu por la mitad.
Revístelo de miso. Siempre usaremos misos de color oscuro, como el genmai o el hatcho.
Guárdalo en la nevera durante 12 horas.
Al día siguiente, retira el miso (puedes utilizarlo para tus sopas).